La espuma de las orillas...y el gato en el carro.

Tan simple como caminar por la playa, mirar el mar y no hablar con nadie. Tan simple como dejarte llevar y que tus pensamientos te hagan vivir por un instante la realización de algún sueño. Tan simple como cerrar los ojos y dejar que la brisa del mar choque con tu cara mientras descansas un rato en la arena.

Tengo ganas de descansar. Se acaba una semana relativamente agotadora y con mil incógnitas que traté de resolver. Escribir me hizo bien y termino este viernes más ligero de mente.

A veces las personas cargamos muchas ideas y dudas durante un tiempo y no sabemos como deshacernos de ellas. Lo mejor es ser sincero con uno mismo y afrontar tus debilidades y conflictos de la forma que sea. Pero hacerlo y luego respirar tranquilo. Ir cerrando las puertas del pasado y no regresar más. Esta semana sirvió para eso.

Termino el viernes con la imagen de todos los días: cada vez que paso por la tienda veo un gato que duerme y duerme dentro de un auto blanco. Entre las jambas de fruta de los dueños de la tienda el gato se estira y no se hace problemas mientras bosteza. Todo el mundo pasa y se debate entre mil cosas del día a día pero el gato sigue allí. Así debería ser nuestra forma de vida, dejar que todo pase y no hacernos problemas. A algunos le resulta más fácil, mientras que a otros como yo tiene que pasarnos muchas cosas para recién aprender.

Aprender tanto de los cambios de carácter y las situaciones inesperadas, para que esto no nos afecte ni nos parezca extraño.

*

Los viernes son de esos días, como ya dije en mi anterior post, en que uno no desea hacer nada más que descansar y desaparecer de la compu. Así será entonces.

Les regalo estas canciones:

"La espuma de las orillas" Andres Calamaro.



"El el rock del gato y Cowboy" Ratones Paranóicos.