martes, septiembre 30, 2008

De escribir (o escribirme)


Sentado frente al escritorio, recostado en el jardín, o simplemente caminando por cualquier calle de Lima, uno puede ir pensando en historias que luego se traducirán en el papel. Desde alguna anécdota hasta grandes novelas que nos cautivan por completo.
Por ello y más allá de las limitaciones económicas o de los problemas que siempre aparecen, la salida más sana y divertida es escribir. A mí me encanta la idea de crear historias y graficarlas en un papel.
En mis años escribiendo me di cuenta que este oficio es uno de los que me hacen sentir más seguro en mis decisiones, ya que al escribir uno crea vidas, las destruye, transforma acontecimientos y hace que pronto cobre sentido una calle que murió en el recuerdo. Una avenida puede recobrar su fuerza y un árbol puede ser el mártir de una historia.
En el mundo editorial hay muchos cuentistas que presentan sus escritos y pocos que logran publicar alguno, pero más allá de ese objetivo que es noble y gratificante y que además permite que uno pueda ser difundido a miles de personas, está el hecho mismo de escribir y sentirte bien con lo que haces.
Escribir y darte cuenta que en el hecho de la creación está el gusto de todo, está la semilla que te hará feliz toda la vida.
Es igual que un deportista que sabe que si no corre diario una cantidad de kilómetros o no levanta pesas, se sentirá mal por no haber cumplido con sus obligaciones sanas, del mismo modo si un escritor no se enfrenta diariamente a un papel en blanco entonces sentirá que ese día será perdido y que su creatividad no habrá tenido razón de ser.
Particularmente hay momentos que no puedo escribir y que me dedico a leer. Leo, ya sea por la costumbre enraizada de la adolescencia, a veces cinco libros al mismo tiempo, intercalando unos minutos para cada uno y me divierto de pensar que cada persona que escribió un libro tuvo que enfrentarse a ese vació, a ese tener que resolver algún nudo que se formo en el texto y seguir adelante.
El vicio de escribir, como ya lo dije, consiste en la creación misma, en saber que uno puede dar más y que uno puede tener soluciones inteligentes a trancas en la historia y no se quedará en la mitad.
Pulir el escrito es otra parte importante que debe tener presente alguien que escribe, ya que cuando se tiene toda la creación en matriz siempre hay que leerla de nuevo, observando en la mayoría de casos que por ser el primer envión se dijeron palabras de más, se redundo o no se colocó algunas definiciones, palabras o expresiones que hagan del cuento, la investigación, el relato, o lo que se trabaje, un texto redondo y sin baches a la hora de leer.
Para el que tiene por costumbre escribir, descubrirá que la lectura es primordial para poder avanzar en su carrera, es como la gasolina que le faltaba al automóvil, como el alimento que el ser humano necesita para vivir, pues, la lectura nutre de experiencias de otros al escritor, nutre de estilos para poder adaptar, nutre de creatividad para poder resolver párrafos, nutre en si, de mucho más que unas cuantas líneas, nutre de un mundo que otro escritor te ofrece para que aprendas que cada quien puede hacer magia escrita a su modo.

Los grandes escritores clásicos son un ejemplo de eso, pero también los escritores modernos y hasta algún desconocido que por su talento y su estilo literario logra impresionar. El escritor que toma este camino como oficio y parte de su vida, sabrá que aunque al inicio no tenga mucha afinidad hacia los libros, poco a poco se irá acercando y que ningún otro medio podrá quitarle el encanto que tiene la palabra escrita en un papel.

Leer los libros de un escritor o escucharlo en alguna presentación o entrevista, es un goce que te lleva a descubrir que poco a poco el fue afinando su estilo y esa idea te complace ya que el mundo de las letras es tan vasto y embriagador que quien se encamine en él será un compañero a quien no se le puede tomar desapercibido. Quien comparte la pasión por las letras forma parte del único cuerpo que forma la inspiración y la palabra escrita en donde nos encontramos todos aquellos que tomaron en serio este camino.

Más allá de inmortalizar a un escritor, esta la idea de reconocer su esfuerzo y su resultado final, el modo como llevo la historia y su impulso por querer compartirlo con el resto en un libro. Ya que el libro es el resultado de un trabajo intenso y merece un elogio muy especial.

Los libros nunca dejaran de existir, ya que en ellos se archiva más que palabras un encanto, una mística, un embrujo. En el simple hecho de abrir un libro y de ver su diseño, cuantas hojas tiene, que tipo de letra y que olor se encierra un misterio que siempre esta presente; ese misterio se llama complicidad. Y el libro se vuelve cómplice del lector, haciendo que cada palabra que esté escrita allí se identifique con cada persona que la lee, logrando en muchas oportunidad que el lector llore y que se emocione al leer un párrafo.

La historia te rapta, la historia te hace cómplice, la historia, como un espíritu vivo, te llama a compartir el instante y a ser parte de lo que siente el personaje, no el que lo escribió, sino el que adopto una nueva vida y completamente diferente para cada persona que la lea.

La mística de la lectura como la mística de escribir van más allá de un reconocimiento, son fases trascendentes en el ser humano que nos nutren de fuerza y seguridad ya que en los mundos internos se teje otra vida que no nos dejará desde el primer momento en que persistamos en la tarea de seguir adelante en el mundo escrito.

Me encanta la idea de que al levantarme tendré que crear algo, tendré que sentarme frente a mi computador y continuar una historia que se quedo madurando el día anterior, darme a la tarea de ponerle punto final a un escrito que no se pudo resolver antes y eliminar y aumentar cosas a un texto inconcluso, porque más allá de todo, el mundo del escritor no se resume en hacer por hacer, sino en sentirse satisfecho con lo que crea y no parar en el intento de que sea mejor.

Cuantas veces me he visto en la disyuntiva de continuar o no en este camino, cuantas veces, por un día que tu mente se nubla, he decidido no saber más de la palabra escrita, pero también cuantas veces me he visto en la gloria cuando me salió todo bien o cuando un cuento no tubo necesidad de ser corregido mucho. Porque siempre, como todo en la vida, hay momentos de lucha, hay momentos de triunfo y hay momentos de derrota, pero más allá de todo, está el escritor que con su deseo de seguir firme en su meta no pierde las esperanzas de crear algo mejor cada día y ese impulso es el que lo hace sobresalir en la vida y en cada cosa que hace.

El escritor, como el quijote, no teme al porvenir y aunque trastabillé en su camino siempre sale con pie firme porque su mundo interno es mas fuerte y las soluciones literarias se le abrirán paso cuando menos lo espera.

Mi mundo es escribir y aunque las dificultades traten de menguar mis ansias de lograr el escrito inmortal que es el que siempre se espera, no pierdo las esperanzas porque ya aprendí la lección, que sólo el que persevera es el que logra realizar sus sueños. Y en la literatura, todo lo que desees se hace realidad con solo colocar la primera palabra al escrito.


Joan manuel Flórez Estrada - "Escritos "- 2006

sábado, septiembre 13, 2008

El día que la Gringation me dijo adiós

Algo que escribí en el 2005, en el tiempo en que adoraba dejar mis anécdotas plazmadas en papel y estabamos todos más jóvenes...y algunos aún no se habían divorciado.


Good bye sería la despedida correcta, pero antes de hacerlo con la manito levantada y sonriendo como una muñequita barbie, con esa sonrisa que te enternecía muchísimo, lo que hizo fue despedirse de mi moralmente y psicológicamente porque por primera vez en la vida había descubierto que una gringa no era tan fácil como suelen decir y que más allá de todo me encontraba frente a la mujer de mis sueños, pero no de los húmedos, sino de aquellos de encontrar a la pareja perfecta.

Debo decir que yo no la encontré, sino que ella me encontró a mí esa noche en que mi madre cumplía un año más de vida, que siempre era un año menos y que aparecí después de mis largas caminatas de regreso de mis clases de literatura en la católica. Salude a todos y quedo frente a mi Erin, una muchachita de 22 años frente a mis 29, que no mencionaba palabra y que lo único que hacia era sonreír lindísima mientras yo hablaba y hablaba de mis cosas y de todo lo me que dijeron que hablara ya que la señora que la había traído era una amiga de la casa y me dijo que vino con ella exclusivamente para que la pudiera conocer y luego mantengamos una bella amistad.

En su sonrisa cómplice descubrí que era con doble intención esa presentación por lo que levante los radares y me decidí a conocerla. Erin, si, Erin se llamaba y me demoré más de dos días en memorizarme su nombre, pero lo puede hacer y al día siguiente, que ya estábamos los dos caminando por el museo antropológico de lima, pude descubrí que además de ser gringa y bonita, no era tan plástica como tanto dice la canción sino que por el contrario era una de las chicas de las que ya no se encuentran… y claro, ella estaba a mi lado y su bella presencia resaltaba mi ya conocida forma de ser y hasta me sentía extraño de andar junto a tan linda chica.

Pero en fin, después de ese museo vino otro y otro y otro más y nuestra cita se resumió en una descripción de todos los museos de Lima que yo no recorría desde mis épocas de estudiante y que por ende me venían muy bien en el camino. Le mostré todo lo que se podía mostrar a una extranjera aunque mi corazón aún no palpitaba como lo empezó a hacer luego de unas citas más, pero para que adelantarme si las cosas caen por su propio peso y pronto me encontraba frente a ella, en otro día bonito e invitándola a pasear por barranco. Caminamos mucho, nos divertimos más y las cosas tan hermosas y las conversaciones que pude tener con la gringa me reconfirmaron que no estaba frente a una chica hueca.

La lleve a mis sitios secretos de meditación frente al mar, quería decirle lo mucho que me gustaba pero pronto su presencia tan mágica me frenó en el intento y me quedé mas tímido que en el colegio. Pero igual nos divertimos y Erin y yo paseamos por el puente de los suspiros, comimos anticuchos y la lleve nuevamente a su casa. Esa tarde descubrí que USA es un país maravilloso y tenía su fan numero uno. Pero esto fue después, en la noche que la invite a que vea mi obra de teatro. Esa noche actué con un grupo de amigos y ella llego sola a verme. Se divirtió con la obra y esa noche concluimos en una reunión grupal con todos mis amigos actores en la casa de una amiga donde la pasamos muy bien y por poco me desmayo porque no sabía de qué forma decirle que estaba enamoradísimo de ella.

Espere a que termine la reunión para luego acompañarla a su casa, en el recorrido estaba tan nervioso que nunca hubiese pensado en decir palabra, pero una vez estuve cerca de su casa y ya próximo a dejarla, me vino la sinceridad y por primera vez después de tanta salida le dije lo mucho que me gustaba, pero se lo dije tan enredado que la pobre Erin se confundió más y no supo donde meterse de la vergüenza, no sabía donde meter su cara, y yo la mía tampoco y me sentí tan idiota que se me enredo la lengua…

Y con lengua enredada y el corazón también la deje en su casa, después de prometerme no decirle nada a nadie.

Esa noche me sentí un idiota al no saber donde meterme después de declararme tan mal. Sufrí por eso y nunca supe más de ella, la invite a salir y siempre se mantuvo ocupada durante las dos semanas que aún le quedaba de estadía en Lima.

Por primera vez una gringa me había dejado sorprendido, me había dicho adiós sin decirlo, y yo, arrepentidísimo por todo, decidí escribir esta historia para quitarme de la cabeza el cargo de conciencia que me quedo al no haber dicho las cosas de forma correcta. Por eso, si algún día lees estas líneas Erin, déjame decirte que realmente no fue mi intención atracarme y….bueno, no sé…

29/05/05

martes, septiembre 02, 2008

El fin de los fines y carajo, !que viva la vida!

Todo lo que un día comienza tiene que terminar, tiene que extinguirse entre los recuerdos y las canas y arrugas. Todo tiene que desaparecer como desaparecen las vidas, las calles, las casas y todo lo que exista en esta vida efímera. Desaparecen los años en la facultad, desaparecen los años de enamorado, desaparecen los grupos que se pensaba que durarían para siempre, desaparece todo, absolutamente todo y nos quedamos en el camino o quizás en plena desaparición llegamos a la meta en grupo.

Desaparece la casa donde crecimos de pequeños, desaparecen los padres, los primos, los tíos, los puños, los amigos, las mascotas, los cielos, los vecinos malditos y las chicas que nos gustaban. Desaparece todo y junto con ellos nos vamos nosotros que fuimos parte de la vida por unos años, que le dimos sentido a algunas clases y algunas conversaciones para construir algo que se dejo pero que ya no hay vuelta para atrás. Desaparece todo y sólo queda sonreír mientras estamos vivos, agradecer por todo lo que vamos logrando y mandar a la mierda lo que nos hace daño. Sólo nos queda eso, ver películas que nos sensibilice y juntar a las personas que crees te hacen bien.

Que viva la vida pero que triste el final. Que vivan las fotos que quedan del camino pero que mueran los segundos donde las cosas no se dan como uno las quiere, donde uno no es dueño de las decisiones. Que vivan las personas que dejan algo para la vida, que permiten que las nuevas generaciones disfruten de este presente y construyan el futuro. Que mueran los que no quieren vivir, los que no quieren ser de buena onda, que vivan los que son aliados del tiempo y del futuro. Que vivan las lágrimas, los videos de personajes memorables y el sonido de una chapa de cerveza destapándose o de un corcho volando. Que viva quien sabe lo que es la vida y quien rozo la muerte por unos minutos, que vivan los auténticos y los de corazón agradecido.

Pues, a pesar de todas las cosas que uno desee y todas las luces que aparezcan en el camino, mantener una actitud de mierda derrumba tu vida y eso es lo que no vale, eso es lo que impulsa a desaparecer y lo que hace que uno sueñe con ser cada día mejor, con un futuro lleno de esperanza, mientras vamos sorteando los segundos que se van y nos volvemos mejores comiendo unos tallarines a lo Alfredo o cuando algún correo llega a tu Hotmail y te despierta de la rutina mostrándote que hay amigos.

Ay amigos, que linda la vida, pero que importante es construirla y ser conciente de que lo que se hace no es por gusto sino por un fin supremo, la comunidad eterna en medio de las velocidades.