sábado, octubre 02, 2010

De quedarse solo en casa.

Antes, cuando era niño, quedarse solo en casa era algo increíble. Jugar con los muñecos, hacerlos pelear, salir al barrio, compartir tu imaginación con la de otros niños que no tenían en mente nada más que divertirse y pasarla bien.

Pero el tiempo pasa, la gente crece y todo lo vivido queda en 2 lugares: en tu mente o en los álbumes de fotos. Volver a recuperar esos momentos es dificil, a menos que exista una máquina del tiempo que te ayude a regresar y cambiar tu destino.

Lo cierto es que todo ya pasó, lo hecho hecho está y las cosas que hicimos nos llevaron hasta lo que estamos viviendo hoy.

Algunos con una familia, otros con ocupaciones extrañas, otros dedicados a estudiar y otros, solos en casa.

Del porque, habiendo tantas personas con las que compartir el fin de semana, se quedan en casa, eso puede ser producto de muchos factores: dinero, timidez, carácter extraño.

Lo cierto es que mucha gente vive actualmente una vida agitada en la semana y los fines de semana se quedan en casa, disfrutando de una soledad que más que alegrar perturba, viendo un programa o comprando trago para olvidar las penas.

A veces me pasó, y hoy que me quedo solo en casa después de tiempo, me doy cuenta que es un poco aburrido. Sobre todo cuando es sábado.

Pero bueno, por suerte dejé de tomar y se me presentan varias opciones interesantes como escuchar música por ejemplo.

Ver fotos de las cosas que uno hizo también se presenta como algo divertido.

Pero lo que realmente me haría feliz sería compartir este tiempo con alguien. Algunos como yo que trabajamos mucho durante la semana, descuidamos esa parte que es tan importante, el lado afectivo.

Sólo espero que se pueda equilibrar esa parte en mi vida y poder contar que tuve un fin de semana no tan aburrido y que por fin dije adiós a la soledad para darle paso a la compañía.

Eso es todo por hoy.