viernes, septiembre 29, 2006

Conversaciones desde una cabina

En efecto, me quede sin Internet en casa y tuve que coger mis chibilines y venirme a una de las cabinas cerca. Lo mismo de siempre, los patas que estan al costado viendo sus videos mañosos, los chicos jugando en red y muchos gritos de aqui para allá. Por todo eso, sali espantado de la cabina y caí en una menos ruidosa donde hay un cubil felino alejado de los gritos y donde se puede escribir algo.
Aunque por mas que quiera inspirarme, estas no son tus teclas, y menos es tu pantalla y menos es el lugar entrañable donde acostumbras reunirte con tu Cara Bonita a conversar. Este es un hueco, un monitor, una camarita y unos minutos que se pasan como oro, mientras del otro lado estan ese par de narizones que ganan billete con nosotros por cada minuto que pasa.
No saben el "jugo" que le estoy sacando a este hueco a prueba de ruidos, aprieto mil links no se para que pero por lo menos me siento bien de sacarle provecho a los minutos.
Bueno me desconecto, así que mucha suerte y a seguir escribiendo. Yo esperaré a mañana para que se soluciones todo. Por hoy mi cita será en este rincón de algún lugar de la ciudad.
Saludos!

jueves, septiembre 28, 2006

En 3 minutos

Sólo tengo ese tiempo para escribir algo, quizas alegre, quizas una noticia, quizas, quizas quizas (como la canción jejeje) que dire, nada, se me acaban los tres minutos, se acaba el tiempo.
Es irónico, a veces los segundos que no valoramos se vuelven importantisimos cuando sabes que es el unico ratito para hacer lo que deseas, igual que tomar una gaseosa cuando te la invitan, es mas rica que tomarla cuando te la compras. Disfrutar estos minutos a full adrenalina me recuerda que nada es mas importante que aprovechar el instante en aprendrer a ser feliz.Y ser feliz ´te arruga menos la cara, hace que se te caiga menos el pelo y te pone mas joven, creo que vale la pena ser feliz ahora
chau, se acabaron los 3 minutos,
Sólo me quedan los 20 minutos que los disfruto junto a mi preciosa Cara Bonita
nos leemos

martes, septiembre 19, 2006

No me olvides

Hoy caminé entre la neblina limeña y me deje envolver por la inesperada garúa que llega cada cierto tiempo. El cielo gris me marco el sendero y la amenazante presencia de las combis me tuvo a la espectativa. Ya en la noche subí a una y en vez de escuchar regetón o salsa me relaje con la música. Las gotitas de garúa chocaban en las lunas y la gente parada, cansada de todo el día de trabajo y cogiendo el pasamano, cerraba los ojos, zigsageando por las constantes frenadas en cada esquina del auto.
Yo permanecí quieto entre la multitud y escuché aquella radio que pone música del recuerdo. "No me olvides" es una canción que siempre me encantó de chiquillo, de esas épocas en que me levantaba escuchando música del recuerdo antes de ir al colegio, y hasta ahora la sigo tarareando.
Todavía sigue garuando por mi casa


domingo, septiembre 17, 2006

Escuchar tu llamada

El cielo se despeja y sale el sol nuevamente, los pájaros vuelan contentos por el cielo y Lima nunca más vuelve a ser gris, renace mi fe en los milagros y mi cama es cada vez más confortable, me viene un sueño rico y sólo deseo soñar contigo todo el tiempo, la música que escucho coquetea con mis pensamientos y me da ganas de escribir escribir y escribir,
escuchar tu llamada, me roba nuevamente los suspiros y me inspira a poder crearte muchas más poesías,
escuchar tu llamada, le da vida a este descansado domingo.

miércoles, septiembre 13, 2006

Entintando el pulpejo

Ayer le pregunté a una señora evangelista que trabaja conmigo si había entintado su pulpejo. La señora, levantando la mano y casi enviándome a la hoguera me dijo que esa no era forma de dirigirse a una señora entregada a la causa de Dios y que me quemaría entre los pecadores.
La misma pregunta le hice a una amiga muy flaca, quien me sonrió y me dijo que muchas veces entinta el pulpejo y que ese mismo día lo haría con su marido.

De la encuesta que hice, casi la mitad de mi trabajo me dijo que era un mañoso por estar haciendo esas preguntas y la otra mitad terminó con las mejillas coloradas como dos chupetines

Ahora, entintar el pulpejo significa poner la huella digital (según el manual dactilar que me han mandado leer) y en mi trabajo todo el tiempo lo hacemos.

Conclusión: no hay palabra mal dicha sino mal interpretada, así que a entintar su pulpejo jajaja.

Esta nublado pero hoy seguire con la pregunta, ahora hay otra las posiciones del operativo jajaja

lunes, septiembre 11, 2006

Escritos de inicios de semana

Hoy reviví a mi personaje otra vez, borre un par de páginas y empalmé la historia hasta terminar en algo mucho mejor que lo que terminó ayer mi cuento. Creo que el cansancio puede jugar en tu contra cuando estás frente a una idea que puede ser mejor desarrollada. Como adoro escribir cuentos, es mi pasión, cada vez que lo hago me siento más ligero, como si matara unos cuantos demonios o situaciones que se quedan como un tapón en tu cabeza.
Últimamente me da por hacer cuento de todo lo que me pasa. Conversación que tengo, conversación que es un cuento, cosas que veo, cosas que ya las estructuro para cuento. Será que me suceden cosas divertidas o que le encuentro lo divertido a la vida. El año pasado con un grupo de amigos de literatura tomábamos, salíamos a bailar y luego ya borrachos empezaban a brotar los demonios de cada uno. Un amigo me dijo que alguno de mis escritos siempre los acababa con un tono agradable cuando en verdad el tema era desagradable.
Los cuentos de mi amigo eran de lo más depresivos, con gente que moría sin una razón de ser mientras que yo los mataba de forma graciosa o les daba mejor vida a los personajes que una muerte tan poco sorpresiva. No sé, debo ser yo, y la forma como veo las cosas. Las historias se tejen según las vivencias de cada uno y la verdad es que mis historias contadas por otro seguro acabarían con otro matiz, quizás mucho mejor que el mío pero no sería lo mismo, yo por lo menos disfruto el cuento escrito desde el inicio hasta el final, como un todo, no sé, son cosas mías, pero lo cierto es que hoy terminé el cuento de ayer, reviví al personaje y lo hice más humano, más fraternal y hasta tan buen amigo que me dio pena.
Por supuesto eso es bueno porque me indica que logra un efecto, logró mover una fibra de emoción. Mañana (es un decir porque quizás sea pasado mañana o pasado mañana o pasado mañana o…) seguiré escribiendo cuentos, tengo un par de temas más y de ahí estoy convencido, me sentiré un poco más tranquilo. Estas (de teclear creando historias) son etapas en las que te da por plasmar todo lo que vez. Felizmente hoy es inicio de semana y no tengo clases y trabajo en la noche, así que tengo tiempito para juguetear con las ideas. No saben lo bien que me siento escribiendo y creando cuentos.