sábado, diciembre 27, 2008

Feliz fin de año!

Y esperamos que el 2009 sea el mejor de todos, que venga con fuerza y que se cumplan todas nuestras metas!

Que bueno saber que a algunas personas le va mejor que antes, y sobre todo que siguen progresando.

Que bueno saber que el Perú en gastronomía es superior y que países vecinos lo aclaman por eso, y se sienten felices por tener algo peruano cerca.

Que bueno saber que como país somos valorados y respetados ;)

Todo mis mejores deseos de éxitos para todos!
feliz 2009 amigos!!!

miércoles, diciembre 24, 2008

Feliz navidad 2008! jojojo

A todos los que me conocen, y a los que no también y pasan por esta página...

les deseo una feliz navidad, con sus hijos, hijas, padres, parientes y gente que los quiere.

suerte y linda noche buena!

:)

miércoles, diciembre 17, 2008

La gratitud del viajero:


Una vez ya en casa, y con la comodidad que da recostarse en un sillón tomando algo y disfrutando de una buena conversación, un viajero evoca grandes momentos inolvidables de la aventura que le tocó vivir.

Las personas ansiosas por descubrir ese mundo te miran, te preguntan, y tú, con la claridad del recuerdo que tienes en mente vuelves a vivir cada secuencia del recorrido que se hizo en el viaje.
Llegan a la memoria los olores, la música, las sensaciones y las anécdotas del camino. Aparece aquella señora que te vendió binoculares para ver el concierto o aquel señor gordo que con su trinche te mostró un pedazo grande de carne.

Llega el recorrido en el bus, la guía que te enseñó mucho de los caminos, las conversaciones con gente desconocida en el subte, los parques, el dinero extraño en tu mano y la amabilidad de la gente.

Los que están junto a ti te escuchan, aquella historia es increíble y tú te sientes bien de que todo haya sido tal cual lo tenías en la mente. No tienes que exagerar nada, porque todo eso se vivió, no tienes que mentir tampoco porque no tienes porque hacerlo. Ya que un viajero en la soledad de su recorrido aprende a ser auténtico y a desarrollar su intuición. Algo que tenía dormido antes de partir.
Tus pies cansados a un lado, quedan tranquilos después de haber caminado tanto, tus brazos que hoy cogen el vaso de agua, reposan de saludar y cargar tanto, de tomar barandas de buques, de entregar pasajes de avión, de abrazar y comer algo distinto. Y tus ojos agradecidos por todo lo que pudieron ver, hoy tienen una claridad especial, la del viajero agradecido y con ganas de dar lo mejor a las personas.

Si antes te amargabas por cosas pequeñas, hoy callas y esperas otro viaje, esperas con ansias volver a salir para recabar más información. Si antes te estresabas con las cosas, hoy las dejas pasar y vez el cielo imaginándote que hay del otro lado del mundo.

La gratitud de un viajero es un regalo maravilloso que permite crecer como ser humano, y mientras más viajes se tengan, más deseos de ser buena persona y dar lo mejor en la vida.

El viajero seguirá soñando, y las puertas del mundo seguirán abiertas para sus nuevos descubrimientos.
Joan Manuel Flórez Estrada

domingo, diciembre 14, 2008

Los tipos de viajeros.


Existen tres tipos de viajeros:
El que parte; quien, emocionado y con pasaporte en mano, tiene todos los deseos de emprender el vuelo. De regresar a su morada o descubrir un mundo nuevo e inesperado para su vida. Lleva en la billetera dinero suficiente para no perderse ninguna buena oportunidad y sólo desea despejarse un poco de la rutina y vivir una aventura única. Abrazar a los suyos o simplemente cruzar una mirada nueva con alguien que aparezca en el camino. Su espíritu está predispuesto a la amistad y las risas de personas que vienen y van en su camino.

El que espera; quien tiene que tomarse un tiempo en algún país hasta que parta el avión que lo lleve a su destino final. Este viajero está ansioso, y el tiempo de espera lo usará meditando sobre su vida, sobre las cosas que tendrá que hacer, mirando que tiene las cosas en orden o simplemente leyendo algo o tomando una siesta. Hay veces que el viajero que espera caminando por los pasillos del aeropuerto conoce a alguien en ese corto lapso de tiempo y recaba una nueva experiencia para el camino, pero esas son las anécdotas del viaje, que las apuntará en las notas de la memoria y lo ayudarán a enfrentarse mejor en la vida. Sabe que su destino está muy cerca, y por eso añora cuando está a punto de partir en el avión.

El que regresa; quien, satisfecho por el vuelo, por las experiencias vividas y sin gota de dinero en el bolsillo, llega a migraciones cansado y con una sonrisa, se deja revisar sin poner protesta para finalmente abrazar a los suyos o simplemente decir, de regreso a casa. Ya todo lo vivió, todo lo dijo, todo lo gritó y lo lloró, ya que antes de partir aprovechó ese tiempo en despedirse de la morada del momento, o quizás de algún pariente que promete visitar pronto. El viajero que regresa trae en su mente un cúmulo de situaciones, de risas, de llantos, de experiencias que trasmitirá a las personas que con cariño la esperan, a quienes les entregará un presente, no importa el tamaño, porque lo más importante es que está de vuelta.

En los viajes, siempre hay tres tipos de viajeros, y cada uno, tiene algo especial que dar y recibir en su camino.
Joan Manuel Flórez Estrada

martes, diciembre 09, 2008

Ya estoy en casa.


Hoy salí a caminar por la Huaca Pucllana. Vi los carros que pasaban y a la gente de siempre. Y allí, entre los saludos de amigos que cruzaban con bicicleta o en carro, aterricé mi alma y pise tierra que ya estaba en Lima.

Mi vida, después que llegó el avión y cruzó migraciones, continuó viajando por las calles del gran Buenos Aires. No me hacía la idea que ya estaba entre los nuestros, por más que el taxista me dio 5 soles falsos y las combis se cruzaban entre los carros.

Disfruté mucho mi viaje, las calles, los parques, la gente, los lindos momentos que pasé, los amigos y amigas que hice. La travesía dentro de un buqué tomando esa cerveza Quilmes que me acompañó todo el viaje.

La belleza de cada país. Las mujeres, el acento, todo tan distinto pero tan atractivo a la vez.

Por decir algo:

Me gusta sentarme en un bar en calle Florida y tomarme una botella de Stellar Artois mientras veo pasar a la gente y tengo un libro en la mano.

Me gusta caminar por las calles del tango, cerca a una estación del subte, comprarle música a la gente de la calle, entrar a las disqueras antiguas y llevarme algo de Gardel, Zitarrosa, conversar con la gente de los quioscos, tomar lo que ellos me recomienden y reírme un rato de la vida, porque sé que ese momento se irá pronto.

Me gusta entrar a los restaurantes, pedirme un vacío de carne y disfrutarlo con un buen vaso de vino, caminar por Lavalle y comprobar que a las 9:30pm todavía es de día. Ir al gran Rex y emocionarme con Serrat, caminar por la recoleta y ver a la gente recostada en los parques un domingo a las 8pm con un sol increíble.

Me gusta sentarme en las banquetas de la plaza San Martín mientras veo a la gente y compruebo que no hay serenazgos ni policías y que los perros no se pelean, caminar hasta puerto madero, ponerme el Ipod y escuchar “comedor piquetero” de Calamaro.

Me gusta avanzar por la casa rosada, ver la tumba de San Martín, comprarme una Fanta y descubrir que el envase es grande, avanzar por Santa Fé un día cualquiera y cruzarme con un grupo de chicas que están haciendo arte en las calles.

Me gusta ir al zoo y ver a los animales conviviendo como hermanos, cruzar al jardín Botánico y recostarme en uno de sus muros mientras una hermosa chica a un lado lee un libro en silencio. Me gusta entrar a un local antiguo y pedirme una buena pizza mientras que veo que el queso sobresale y luego disfrutar de unos ravioles increíbles con queso parmesano encima.

Me encanta tomar el bus en el paradero y ver un desfile de modas dentro del transporte, hacerme amigo de la gente que va a distintos senderos, llegar a la adorada plaza Francia, sentarme allí y caminar de regreso por calles desconocidas mientras mis pies están a punto de explotar.

Me gusta estar en Buenos Aires y decidir viajar a Uruguay, ir por 3 horas en la cubierta y frente al sol, hacerme amigos de personas de distintos países y hablar de la vida. Me gusta comer lo que se prepara en otros lados del mundo, sorprenderme por algunas cosas ricas y comprobar lo maravillosa e insuperable que es gastronomía Peruana, mientras me enamoro de unos ojos lindos que me ofrecen una cerveza Pilsen.

Me encanta rodearme de la gente que camina a distintos lados, encontrar a algún compatriota que se juega la vida allá y ver un espectáculo de arte en las calles. Nadie más que el que puede vivirlo, descubrirá que esto va más allá de una situación económica y social, es parte del arte que se expresa en las calles por años.

Me encanta escuchar a la aeromoza chilena ofreciéndome un vino en el avión y recibir los consejos de una bella argentina cuando estoy en el aeropuerto, me encantan los verdes y las edificaciones antiguas mezcladas con lo moderno de Buenos Aires, ver que aún existen las barberías y muchas cosas que se fueron cerrando en nuestra ciudad hace algunos años.

Me gusta la diversidad de razas y las casualidades de los viajes, los amores furtivos y las coincidencias increíbles.

Me gusta saber que me queda poco tiempo en algún lugar y entablar una relación en tan poco, luego ir a otro país y recordar lo que pasó y disfrutar con un buen vino de las experiencias que viví.

Me gusta ver un buen espectáculo de tango, estar en una impresionante obra de teatro función continuada, ir a la cancha de boca donde Maradona metió muchos goles, bailar un tango con una bella mujer en Caminito, sentarme en un muro y ver que el cielo es lindo y que estoy lejos de casa. Me gusta ver a los Gauchos, reírme con sus piruetas en los caballos, comer sus empanadas, viajar al Tigre, pasear en barco por el río mientras veo a lo lejos la montaña rusa, luego subirnos a un tren y conocer gente de otros países.

Me gusta regalar mis libros a quienes no conozco y me dieron tanto, me gusta ver los rostros de sorpresa y las recomendaciones que fui recibiendo a lo largo del viaje de gente desconocida, me gusta la gratitud del viajero, la belleza de los paisajes y la experiencia de tener monedas distintas en tu mano.

Me gusta reconocerme en la gente y recibir una sonrisa de alguien que quizás no vuelva cruzar, me gustan las expresiones de arte en San Isidro y ver a las personas bailando mientras me como un helado gigante y una chica escucha lo que le digo.

Me gusta saber que compro cosas que traeré a casa y las usarán con ilusión, que conozco personas en las librerías,que puedo tener la última discografía de Calamaro y Fito a la mano, que una bella argentina estará junto a mi horas preguntando por lo que hago mientras me entrega en la mano una de las últimas ediciones de Liniers y yo le digo que soy un vagabundo que va por el mundo.

Me encanta volver a subir al avión, y ya en el cielo, recordar todo lo que viví, la gente que conocí, los amores que quedan lejos y las travesías que pronto iré planificando. Todo siempre archivado en el baúl de la vida y que sirve para ser mejor persona.

Ya en Lima, y cruzando el manto de neblina, uno siente que unos días más hubiesen sido mejor, pero luego aterriza, ve lo que tiene que hacer y continúa en su vida soñando que pronto volverá a caminar por el sendero que quedó inconcluso.

Aterrizo del viaje, pero dejando varias puertas abiertas, varias ilusiones por cumplirse, varios lugares por descansar, varias veredas por las cuales cruzar.

Sabiendo en el silencio de las calles, mientras camino a comprarme una cerveza para brindar por el recuerdo, que aún me queda vida para seguir suspirando y seguir renaciendo en el camino.

Este viaje fué el primer escalón de muchos que vendrán.

Saludos viajeros!

domingo, diciembre 07, 2008

Un viaje...


Cuando uno emprende un viaje aprende muchas cosas.

Descubre que la vida es un eterno aprendizaje, que siempre hay gente dispuesta a darte una mano y que también hay de la otra, pero siempre es menos.

Uno despierta a la vida, a las cosas nuevas, improvisa con naturalidad y se deja llevar por los ambientes.

Y así una mañana puedes pasear por un parque y en la tarde estar subido encima de un barco que te lleva a otro país (estando ya en otro país) .

Me encantó Buenos Aires, disfruté mucho en Uruguay y aterricé encantado en Chile.

Descubrir otras culturas te abre el panorama de las personas y te hace ver que hay hermanos en todos lados.
La comida distinta despierta nuevos gustos. Los paisajes, el órden de las calles y la forma en que la gente se comporta hace que uno asimile esas experiencias y las quiera plazmar en su tierra.

Siempre hay gente sola (así como yo viajé) que está dispuesta a hacer amistad. No existe en el camino de un viajero motivo para poner paredes. Todos vivimos receptivos y las cosas fluyen mejor.
Y siempre, cada vez que uno regresa de haber emprendido un viaje tan maravilloso, da ganas de regresar... da ganas de pasar nuevamente por el camino antes recorrido...
Juntaré un poco más de baterías nuevamente, para poder conocer aquellos lugares que aún me falta y seguir sorprendiéndome.
Pdta:
Bueno, aquí les regalo uno de los videos que pude grabar del concierto de Joan Manuel Serrat en el Gran Rex. Se llama "Los fantasmas del Roxy". Espero sea de su agrado :)
saludos viajeros!

sábado, diciembre 06, 2008

VIAJE A ITACA - HORIZONTE - SERRAT - 2008

Un concierto maravilloso en el Gran Rex. Tuve el honor de estar presente y Serrat se lució.
El prólogo de la canción Horizonte es un poema llamado Viaje a Itaca. Espero sea de su agrado.
Toda la estadía en Buenos Aires me acompañó y me ayudó a crecer como persona.

lunes, diciembre 01, 2008

Notas de un viajero (en el avión)


- Ayer yo despedía a mis padres, hoy ellos me despiden a mi...

- ¿Qué número de vuelo tiene la luna? que siempre está ahí y nunca deja de volar junto al avión.

- ¿Existirán matrimonios que se concreten en 2 horas y media de vuelo?

- Qué incómodo es tratar de dormir en un asiento de avión, sobre todo cuando no se puede reclinar mucho.

- Llegue a Chile, en la semi oscuridad las luces que se ven del avión parece como si le hubiesen echado pan de oro a la ciudad por sectores.

- Debería existir un solo idioma, se ahorraría tiempo cuando se hacen los anuncios de seguridad.

- Estar en Chile no es igual que el Perú, las chilenas son lindas pero nada se compara a un buen acento peruano.

- Ya entiendo eso de que te impongan día cuando es hora seguir durmiendo de noche.

- Estoy lejos de casa y partiendo de un país a otro país.

- Escucho "Mi gin tonic" en el avión. Ya estoy en Argentina volando tan alto que todo parece cuadrados y exágonos.

- Que subidón, que momento ideal...falta poco para arribar...que lindos ojos tienes...¿me sirves otro vino?

- Vi a la aeromoza en el aeropuerto de Santiago y se me cayó la servilleta.

- No sabía que las alas del avión tenían antenitas.

- Uf, que rica comida la que te sirven acá.

- Viviría mil veces en el aeropuerto esperando que esa chica del bus me hable y hable. Que lindo hablan las argentinas.
- ¿Y si me traigo una Catalinda en la maleta con todo y vino?

- Sólo en migraciones de Perú me enredé tanto.

- Creo que ya es tiempo de descansar, por fin encontré mi maleta.