Me olvidé la clave de la tarjeta!

uyyyy, me olvidé el papelito de la clave de la nueva tarjeta que me dieron en la canastilla del supermercado. Y al descubrirlo, comiendo ya en mi casa y saliendo disparado a la calle, me di cuenta que así sin querer ya tengo varias tarjetas de lo que no tenía ni una. Y esto de cargar tarjeta es una cosa de locos porque ni bien te aceptan una en un banco X, te llaman por teléfono (no sé como se saben tu número) y te ofrecen otra tarjeta con muchas más ventajas y no se que más. Yo que estoy nuevo en eso de usar tarjetas de crédito acepté sólo porque iba a salir de viaje, pero ahora me doy con la sorpresa que si quiero puedo tener otra y otra y otra y si no se controlarme con las compras perdí.

Por eso, y con la experiencia de otras personas que ya pasaron por la conocida colección de tarjetas, ahora me limito a pagar con efectivo mis cosas y muy rara vez las uso, salvo para hacer alguna compra que bueno, no se podía hacer de otro modo.

Pero tampoco me quejo, porque hasta hace un par de años nadie me quería dar ninguna y gracias al buen trabajo en que estuve se me abrieron las puertas. Siendo sujeto de crédito tienes las puertas de los bancos abiertas para algunos prestamos y para sacar a plazos algunas cosas cuando no se tiene la plata en la palma de la mano. Y eso si que te da algo de tranquilidad, pagando siempre cuando es debido hacerlo claro.

Hoy se me perdió la clave, fuí rapidíto antes que cierre el super mercado y me dijeron que vaya mañana a cambiar de código de inmediato. Lo haré y de paso tendré esta tarjetita a buen recaudo, porque fue valiosa cuando la necesite.

Esta vez, a comparación de unos años, no le echaré la culpa de las deudas a las tarjetitas, sino a quienes no saben administrarla. Yo casi casi me paso de la raya, pero finalmente me cuidé.

Hay que tener tarjetas pero también no tantas y pagarlas en su debido tiempo.

No sé porqué me volví juez de tarjetas en este post, jajaja, pero no sé, me dió ganas de escribir algo diferente.

Cuídense.