Esperar

Esperar, ver como las calles mantienen el mismo silencio de ayer, mientras tú avanzas bordeando el parque y descubres que nada tiene el mismo color de antes, que cada día hay cosas nuevas y te haces más fuerte o debil según las experiencias que pasas. Esperar, mientras los autos pasan, cruzando a toda carrera por la pista, frenando por el rompe muelle y las familias llegan a aquel restaurante con una gran sonrisa, aquel señor pasea a su perro y por allá, un poco más lejos, una nueva pareja avanza de la mano bajo aquel árbol donde vibran las hojas por el viento. Esperar, y dejar pasar los minutos, dejar pasar la vida, con ese suspiro que lo tienes atracado en el cuello y esas palabras que quieren salir como chorros de agua y empapar el momento de esperazas, desiluciones y anhelos. Esperar, reclinado en tus pensamientos latentes, que esa voz llegue a tu alma y puedas descansar este domingo como antes, inmerso en que aún los sueños del corazón pueden hacerse realidad.