Quien iba a pensar que en el lapso de 10 años la tecnología y las comunicaciones evolucionaran tanto. Hoy podemos comunicarnos vía Internet a tiempo real y sin necesidad de esperar un par de días para que tu mensaje llegue a la persona que tu querías. En mi época escolar donde se puso de moda conversar con gente de otros países (estoy hablando 1990-1992) se pagaba 1 dólar para estar afiliado a una especie cadena de cartas, donde tú te hacías amigo de una persona de otro país por intermedio de tu amigo… es decir, nunca entendí bien este sistema pero recuerdo que me sentía feliz cuando después de una semana llegaba a mi casa una carta perfumada escrita por una chica de estados unidos.
Yo tendría 14 años y para mi eso era estar en la gloria, aunque claro, de inglés no sabía nada porque la profesora en mi colegio no nos enseñaba bien, razón por la que recurría rapidísimo al diccionario y descifraba durante una hora la carta. No existían los celulares, y los pocos que llegaron fueron unos ladrillos inmensos donde según tenía entendido el que lo tenía pagaba por el que lo llamaba o por llamar, es decir, las comunicaciones eran lentas, perfumadas, en papel y con complicaciones de idioma.
Hoy la cosa ha cambiado, desde que se disparó la moda del Internet, en un lapso de 10 años ya casi todos estamos familiarizados con ella, nos mandamos mensajes en tiempo real vía correo electrónico (que suplantó casi por completo al romanticismo de las cartas por correo tradicional), no necesitamos perfumar las cartas, podemos acceder a mucha información, y si recibimos un correo en otro idioma y no entendemos alguna palabra tenemos la opción, nunca exacta pero si que te saca de las dudas, del traductor de Google o yahoo, las cabinas de Internet proliferan por la ciudad y en los pueblos, podemos ser amigos de mil personas de otros países a la vez, podemos mandar documentos al instante a quien sea, nos podemos enamorar más fácilmente por este medio (como se da a menudo por medio del Chat) y podemos estar familiarizados con lo que le pasa a alguien de nuestra edad en el otro lado del mundo. Desde Arabia hasta Turquía, desde Italia hasta Japón, desde Perú hasta Moscú, las comunicaciones al instante son el lema del siglo XXI.
A este paso, dentro de poco tiempo podremos viajar a Marte sin dificultad (ya se viene dando este caso en un tour que cuesta no se cuantos millones de dólares) y si hay vida en otros planetas quizás podremos intercambiar nuestras culturas, ya que a este paso, estoy más que convencido que nada, absolutamente nada de lo que pensemos, se nos hará completamente imposible.
Yo tendría 14 años y para mi eso era estar en la gloria, aunque claro, de inglés no sabía nada porque la profesora en mi colegio no nos enseñaba bien, razón por la que recurría rapidísimo al diccionario y descifraba durante una hora la carta. No existían los celulares, y los pocos que llegaron fueron unos ladrillos inmensos donde según tenía entendido el que lo tenía pagaba por el que lo llamaba o por llamar, es decir, las comunicaciones eran lentas, perfumadas, en papel y con complicaciones de idioma.
Hoy la cosa ha cambiado, desde que se disparó la moda del Internet, en un lapso de 10 años ya casi todos estamos familiarizados con ella, nos mandamos mensajes en tiempo real vía correo electrónico (que suplantó casi por completo al romanticismo de las cartas por correo tradicional), no necesitamos perfumar las cartas, podemos acceder a mucha información, y si recibimos un correo en otro idioma y no entendemos alguna palabra tenemos la opción, nunca exacta pero si que te saca de las dudas, del traductor de Google o yahoo, las cabinas de Internet proliferan por la ciudad y en los pueblos, podemos ser amigos de mil personas de otros países a la vez, podemos mandar documentos al instante a quien sea, nos podemos enamorar más fácilmente por este medio (como se da a menudo por medio del Chat) y podemos estar familiarizados con lo que le pasa a alguien de nuestra edad en el otro lado del mundo. Desde Arabia hasta Turquía, desde Italia hasta Japón, desde Perú hasta Moscú, las comunicaciones al instante son el lema del siglo XXI.
A este paso, dentro de poco tiempo podremos viajar a Marte sin dificultad (ya se viene dando este caso en un tour que cuesta no se cuantos millones de dólares) y si hay vida en otros planetas quizás podremos intercambiar nuestras culturas, ya que a este paso, estoy más que convencido que nada, absolutamente nada de lo que pensemos, se nos hará completamente imposible.
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