martes, febrero 21, 2006

El salmón

Hoy estuve pensando en cualquier cosa menos en mí. Desde la mañana deje lo que tenía que hacer, caminé por la calle con la vista perdida en cualquier parte menos en la vereda, me cruce dos luces verdes, tome un par de cervezas, me quedé dormido en la tarde, almorcé sin ganas, no llamé a nadie y lo único que hice fue repetir y repetir la canción “cuando te conocí” de Andrés Calamaro. Luego, ya en la noche me dio una gran flojera pero partí a hacer ejercicios. Los 10 primeros minutos en la máquina para trotar fueron horribles, porque seguía en mi mente las imágenes de la noche anterior y mi despedida con beso en el cachete con mi ex. Me ardía esa imagen porque es feísimo despedirse así de alguien a quien haz tenido tan cerca. Pero bueno, eso bastó para que me llene de energía y corriera 20 minutos más. Luego me quede haciendo tanto ejercicio que parecía una máquina sin control hasta que termine agotado, sin deseos de pensar en nada y menos en recordar cosas que me podían hacer daño.
Ya de regreso, caminando muy lento por las calles de Pardo, apareció en mi mente la estrofa de otra canción de Calamaro que se llama “El Salmón” y milagrosamente (porque fue un milagro) sonreí por fin y me puse a cantar la canción en todo el recorrido a mi casa.
Cayó tan bien esa canción en ese instante que lo primero que he pesando, ahora que llegue a casa, es en llamar a mis amigos y aceptar su propuesta de despejar mi mente. Creo que ya es el tiempo de volver a nadar contra la corriente…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

quizaz no empiezas a nadar contra la corriente,
quizaz ahora esttas nadando correctamente y antes luchabas contra la corriente..

eso creo , que crres tu?

PELO-PON-ESO dijo...

creo que si...creo que ya estoy en el camino desde que se que existe el verdadero amor...