jueves, noviembre 01, 2007

Una dulce mañana.

Hoy desperté comiendo dulces. Si, no es habitual eso en mi pero lo hice para recordar aquellos tiempos en que aún era pequeño y acostumbraba comer los dulces de mi cumpleaños a la mañana siguiente. El 31 de Octubre en Lima los niños salen con sus papás o mamás a las calles y piden caramelos, tocan puerta por puerta y por tradición las personas le llenan sus bolsas con distintos tipos de golosinas. Recuerdo haber hecho ese recorrido muchas veces, con mi papá super afanado, y mi bolsita en mano. Me disfrasaba de distintos personajes, me dejaba pintar la cara...ya ni recuerdo, ya que cuando eres niño la fantasía supera a la realidad y te importa más divertirte que como te vez, bueno, en mi caso me divertía mucho viendo a los grandes reirse de mi traje. Hasta ahora de vez en cuando me gusta sorprender y romper los esquemas habituales. Pero como digo, hoy desperté con dulces, ya que mi madre, que aún tenía un poco que le había sobrado por más que vinieron muchos niños, llamo a mis sobrinos, y yo desde mi cama le dije !también quiero!. Ella se sorprendió y me llevó un plato con galletitas en forma de animalitos, caramelos, gomitas dulces, frunas, entre otras cosas. Me lleve una gomita a la boca, y luego una galleta y sentí el sabor de antaño...aquella casa, aquellos cumpleaños, aquellas tardes donde llegaban mis amiguitos y nos reíamos, gritabamos, y la pasabamos tan bien, que mis papás me tenían que llamar porque ya estaba la torta en la mesa y teníamos que cantar mi cumpleaños feliz. Ahora que escribo esto aún tengo un poco de dulces... me llene otra vez el plato y los disfruto de lo lindo.

Algo también que me trae el recuerdo a la mente son mis años de inocencia, las canciones que nos hacían cantar en el colegio y algunas alabanzas a Jesus que nosotros cantabamos sin prestarle importancia, pero que ya de grande descubrí que eran preciosas. Yo me burlaba de chiquito de algunas canciones pero ahora las disfruto y las gozo con gran sencibilidad. Y es allí que descubro como la inocencia puede romper los obstáculos, como lo simple puede ser lo más hermoso.

Este popurri de canciones que me encanta se lo quiero dedicar a una pequeñita muy linda que tiene los ojos tan lindos como los de su mamá, y que juntas son mis ángeles de la guarda. Espero que lo disfrute moviendo sus piececitos.
Por lo demás, hoy me quedé en mi casa, fui a hacer ejercicios, salía a caminar por la calle en la mañana, vi a la gente que cruzaba, comí un ceviche riquísimo y luego me metí a mi cama a ver una bella película. Creo que veré otra... bueno, hay que aprovechar un poquito aún lo que queda del feriado aquí en Lima. Saludos.

http://es.youtube.com/watch?v=gU4KiBid_lw

1 comentario:

Diana L. Caffaratti dijo...

Los recuerdos de infancia son un tesoro incalculable cuando han sido bellos.
Feliz cumpleaños!