miércoles, noviembre 07, 2007

Palabras y Fé

Las palabras de paz son amor, son vida, son cristales que pueden elevar tu espíritu, son desintoxicantes para el camino, son agua fresca para el alma, ellas auyentan los malos ratos, y engrandecen los pequeños instantes. Aquellas palabras fluyen como el río, construyen con sus frases, moldean una sonrisa y hasta roban un suspiro. Ellas llenan, ayudan, y permiten avanzar a los que necesitan una ayuda. Hoy pensé en ellas y en la forma en que Dios nos da la oración y la Fé como medio de transporte en este largo camino de vida.
En aquellos momentos en que nada importa, en que el corazón está comprimido, en que las lágrimas brotan y no hay salida, pensar en Dios, hablarle, desahogar lo que esta presionando genera paz, da esperanza. En los momentos más dificiles una palabra amiga puede sanar, en los momentos de tristeza, la palabra de Dios susurrándote al oído !sigue adelante! puede levantar a un herido.
Agradezco mucho a la vida, a las pequeñas cosas, a la naturaleza, a la pintoresca personalidad de todos los que transitan por ella, ya que nadie es igual y cada uno va construyendo el camino. Ayer fueron lágrimas, hoy fue risa, ayer fue sufrimiento, hoy esperanza y en todo ese tiempo la Fé nos acompaña, las ganas de seguir adelante.
Es algo parecido a lo que vi antes de ayer, cuando mi perrito, con una llaga en su lomo empezó a lamerse desesperado, se veía en su rostro angustia y sólo aquellos que lo quieren lo podían ayudar. En este caso me toco acercarme, lavarle un poco la herida y ver en sus ojos gratitud y relajo. Luego fue a dormir en su camita y no tuvo más malestar. Hoy en la noche, de regreso de mi trabajo vi como un perro vagabundo dormía en la puerta de una casa, le habían puesto una colcha y él recostado con la cabeza en el piso, me veía pasar. Seguro, no tendría otro lugar a donde ir, más que ese espacio creado de forma cariñosa para su estadía en la noche.
Ese amor que le damos a los que consideramos indefensos, es el mismo amor que siento que Dios nos tiene a nosotros. Que cuando estamos en peligro nos brinda una solución y cuando creemos estar desamparados, está impidiendo que caigamos.
Hoy quiero escribir esto a los desesperados, a los que no saben que hacer con su vida, a los que no creen en los milagros y recurren a otros medios para calmar las ansias y la angustia. No, nunca existe un camino que no pueda ser arreglado, aunque parezca imposible, un clavo a pesar de estar gastado, con un martillazo y enderezandolo vuelve a ser clavo.
Soy una persona agradecida, y a pesar de andar muchos días con cargas encima, cuando se las digo a Dios él me ayuda y las hace menos pesada. Ya que en el fondo, él tambien sabe lo que es sufrir y me está enseñando a ser fuerte para así ser una mejor persona.
Bendiciones a todos. Y gracias de verdad por todo lo que hacen por ser mejores.
Les dejo esta canción que es un reposo al alma.
Fraternalmente,
Joan Manuel.

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