Es tranquilo aquí. Las lágrimas aterciopeladas y el cantar de la caída del agua llenan todo de hadas tocando las flores.
El gris del cielo cambió para hacerse un bello azul.
Los molinos giran en SABANDIA y yo te siento cada vez más cerca.
Es como si los árboles jugaran con tu rostro y tus cabellos sean el aire que resbala por mis manos.
Desde cualquier lugar te siento, y antes de esperarte, postrado en los ladrillos silenciosos, te haces eterna y te vuelves pasto para mis manos mientras gira el molino y tú y yo seguimos unidos en las imagenes.
A veces creo que los árboles en SABANDIA son tu esencia y me saludas mientras acaricias el cielo azul y el calor de esta soledad,
El riachuelo que juega con mis recuerdos y el paisaje infinito hacen que me des un beso alucinado y verde sin que yo te sienta tan lejos y tu me sientas distante.
SABANDIA, 2005
Joan Manuel Flórez Estrada
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