Vivo entre cables, enredado entre las extensiones de mi USB y los cables de mi telefono, el monitor de la computadora, y mi celular. A veces juego a desenredarme cuando quiero mover la camarita Web para un lado y tengo que levantar el parlantito del buffer para que pueda desenredarse de forma ingeniosa la camarita y enfocar un poco más. Lo mismo pasa con el mouse, que cada vez es más corto hasta que lo desconecto del puerto y como destejiendo la chompa de la abuela, desenredo uno por uno los cables. Mi equipo, con el aparato para poder descansar y mil cosas más se enredan a mis audífonos, y muchas veces me vi prácticamente pegado al monitor porque el famoso cable estaba tan enredado que no se podía jalar más. Cada cierto tiempo se me da por desenredar todo y hasta deshacerme de unos cuantos cables a quienes les sonrío mientras los despido para siempre, pero repentinamente aparecen en mi mano muchos cables más y empieza nuevamente mi enredada travesía con los estabilizadores, teléfonos, equipos, monitores, parlantes, camaritas y mil cosas más. Esto de la tecnología, nos permite estar al momento en todo... pero tambien nos enreda olimpicamente.
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