confluencia madrugacional

hoy las letras se pelearon con mis manos, desdibujaron los reglones amarillos y encasillaron las comas y los circulos hechos con tanto esfuerzo. De nada valieron las tintas y las formas adquiridas, si al final las letras, escabullidas entre mil silabas y consonantes, disconformes con lo escrito, se escaparon entre mis dedos y formaron su propia torre de babel. Las letras, decadocilabas, encatofonicas, restinoladicas, actuan como un ente revotantico y capturan las frases en el aire. Pensamientos, pensamientos, pensamientos, todos juegan el papel de rivales de la inspiración, cuando dos o más ideas luchan por ser las pioneras de la carrera de esfuerzos. Hoy las letras, se exparcieron por el manto blanco del papel y formaron una nueva oración, esa que hoy escribo, pero con la tinta que aún no existe, que reposa en la mente, esperando a que las letras retornen a mis manos para poder ordenar lo planeado.