A veces trato de escapar de lo inevitable, trato de sumergirme fuera, donde el ruido y la niebla opaquen el camino y me haga la idea que todo sigue igual.
A veces, trato de pensar que nada cambiara, que mañana y pasado mantendran este aire invisible, trato de verme reposando en el olvido,
pero pronto se evapora la niebla, el ruido enmudece y todo esta claro,
es allí, que lo inevitable se apodera del camino y con lágrimas empotradas en locura, la vida hace llagas en la piel y uno avanao con la nueva marca a cuestas.
A veces, trato de escapar de lo inevitable... pero lo inevitable no se escapa jamás.
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