domingo, enero 24, 2010

Una experiencia en el mar.

Calentar antes de entrar, ponerte los zapatos de goma para que no te piquen los erizos, agarrar tu tabla, esperar a que reviente la ola para lanzarte a nadar contra la corriente.

Brasear lejos, muy lejos, mientras las olas juegan contigo y tú vez el horizonte, recibir un chapuzón inesperado y luego sentarte en la tabla. Ver el acantilado y los locales que hay en miraflores, ver volar a la gente en parapente, y los toldos de las escuelas de tabla en la orilla.

Disfrutar por un momento del mar lejos de la gente, ser dueño de ti, intentar coger una ola que te cubrió por completo, salir volando de la tabla, quedarte sumergido unos segundos y salir, jalar tu pita para traer la tabla hacia ti y luego subir otra vez...

Remar, saludar a los amigos, sentirte bien, sentirte muy bien, sin nada que preocupe tu mente, sólo tú, la tabla y el mar.

Que increíble es surfear. Y hoy, fue un día que me dejó completamente relajado.

No hay comentarios.: