Tus ojos son un reflejo del mar,
Ellos miran más allá y se confunden con la naturaleza
Que crece y se expande entre las olas.
Tenerte junto a mí es disfrutar el silencio
Dejarme hipnotizar por tus notas intermedias
Tus zapatitos pequeños
Y los cabellos que envuelven los segundos.
Contemplarte,
En medio del vació es el Tao.
Medida perfecta de la luz,
Extremo latido que rebalsa en mi pecho.
Tus ojos se extienden tanto,
Que me siento en el desierto mirando al fondo el oasis.
Tenerte a mi lado,
Es disfrutar de ricas frutas,
Sentir el sabor de lo deseado,
Y acariciar tu candidez que no deja de fluir.
No importan las palabras,
Sólo el negro aire que juguetea en tu rostro,
No importa la belleza,
Porque en ella nadas y te confundes nuevamente
Entre el plancton
Y el delirio de tu vista azul,
Entre las sombras del pasado
Que nunca descubrí.
Allá viajo pronto,
A esperarte en la colina,
Y apreciarte cada vez que bajas,
Por las escaleras que construyen el cielo,
Cada vez que te elevas y me entregas al nirvana.
Mientras aquí
Sigo reposando.
joan manuel flórez e.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario