Empezar la mañana, el calor ya se fue y queda una resaca del verano que quiere mantenerse en pie a pesar de todo. El clima es muy extraño, y nosotros, sentados frente a las computadoras analizamos el día: es lunes, sería bueno si fuera sabado pero ya termino la semana. A fin de cuentas todo termina y sólo queda enfrentarse a lo que vendrá. No quisieramos que muchas de las cosas que suceden se den, vivimos felices aferrado a lo que nos da felicidad a golpe de hacerlo costumbre. Pero se va, como este verano, que aún con aletazos de ahogado se presenta al medio día.
Aún no han llegado ordenes de trabajo al escritorio, esos sobres amarillos y los sonrientes ejecutivos de cuentas. La gente está ensimismada en su fin de semana, y yo sigo aquí, con mi cuaderno y mi lapicero, frente a este blog que a pesar de todo sigue siendo un desfogue de mis sensaciones y emociones.
Ya es hora de seguir adelante, no tengo hambre, desayune lo suficiente. En la tarde tendré que ver lo de mi perro, está un poco enfermo, pero Pancho el Veterinario ya lo está curando. Me cae bien estar acá, tengo algunas facilidades que no tenía en otros lados, como por ejemplo poder escribir esto mientras mi jefe pasa muy cerca. El también hace sus cosas y así vivimos bien. Hay mucha chamba pendiente pero hay que hacer de cuenta que no es tanta.
No sé que almorzaré, hoy tengo ganas de leer, quizas ni lo haga, osea quizas no almuerce.
Eso creo es todo por hoy, no tengo en verdad muchas ganas de hablar, sólo de pensar y esperar a que se pase el día. Sólo quiero acurrucarme en la noche y leer un poco. Sólo eso creo, aunque aún no sé.
Los dejo, tendré que retornar a mi trabajo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario