Distancias accesibles, momentos de relajo, hay un tiempo en que las lágrimas se secan y tú quedas mirando el infinito sin encontrar una respuesta. No tienes nada que preguntar pero tampoco nada que decir, es simplemente dejarte ir y nada más. Caminos sin vida, ecuaciones que relucen con las letras marcadas de arcilla, simetrías disueltas, caminos enredados entre los dedos de la distancia. Existe un suspiro que se estanca, que mira para el infinito y no sabe por donde dejarse ir. En tiempos de crecimiento es mejor poder nacer de nuevo. Las letras exageran, pero también te dejan meditando.
2 comentarios:
...Pero también ME dejas meditando...
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