Y así como toda en la vida, hay canciones que marcan parte de tus vivencias, de tus alegrías y tristezas. Una canción puede ser aquel ancla que te lleva nuevamente a las profundidades de los recuerdos y puede hacer que evoques mil cosas que quizás sin esa canción nunca te acordarías.
A veces pensamos que las canciones pasan de moda, pero solo el hecho de escuchar nuevamente una de casualidad te abre mil puertas del alma, mil vivencias, y mil gratitudes a la vida que te permitió pasar por tantas cosas y seguir vivo.
La canciones, aunque parezcan algo pasajero, te marcan la sangre con el fuego de las vivencias y te hacen parte del sendero. Todo ser humano tiene una canción marcada en el corazón, todos somos parte de la música del tiempo.
Las canciones, que se dicen pasadas de moda, son actuales siempre y en el sillón de tu casa, como frente al computador puede hacer de ti un viajero en primera clase de los túneles imborrables del corazón.
Por una vieja canción yo regrese a mis años de adolescente en tres segundos…
A veces pensamos que las canciones pasan de moda, pero solo el hecho de escuchar nuevamente una de casualidad te abre mil puertas del alma, mil vivencias, y mil gratitudes a la vida que te permitió pasar por tantas cosas y seguir vivo.
La canciones, aunque parezcan algo pasajero, te marcan la sangre con el fuego de las vivencias y te hacen parte del sendero. Todo ser humano tiene una canción marcada en el corazón, todos somos parte de la música del tiempo.
Las canciones, que se dicen pasadas de moda, son actuales siempre y en el sillón de tu casa, como frente al computador puede hacer de ti un viajero en primera clase de los túneles imborrables del corazón.
Por una vieja canción yo regrese a mis años de adolescente en tres segundos…
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