Nuevo día.

Y bueno, es tiempo de ser feliz. De salir, de cantar, de hablar, de decirle a todos que existe una esquina extraña o personas que avanzan sin sentido. Es tiempo de pasear en bicicleta y contemplar a la gente. Es tiempo de ubicar las cosas en su sitio y desintoxicarme por un rato. Sí existe gente con buenas intenciones, eso lo supe siempre, pero estuve 2 meses prácticamente absorviendo lo contrario. Dejé de reír, deje de pensar, deje de vivir de los que hacía, dejé de ser la persona que era.

Por eso hoy, nuevamente libre, con muchas perspectivas agradables, quiero escribir; sin karmas ni malas vibras, y simplemente ser un alma que va por la vida dando lo mejor del mundo. Los malditos y mafiosos que se muerdan entre ellos, aquí la gente que quiere siempre dar lo mejor.

Felizmente existen empresas donde el valor humano es lo primordial, donde el trato agradable es la base, donde no existen cuchillos al voltear. Hacia ese tipo de lugares me dirijo. Absorbido por las almas buenas que me atraen de vuelta.

Una madrugada en que trabajaba injustificadamente pensé "de nada sirve estar en el castillo del rey si vas a estar en la zona de torturas". Por eso ahora, ya libre y con una visión diferente sonrío, veo las calles y me doy cuenta que todo sigue fluyendo. Que nada cambiará por intentos fallidos de una productividad fraudulenta.

Agradezco a la vida, agradezco a mi experiencia, agradezco a los que aún nos llamamos seres humanos, y valoramos nuestra posición frente a las máquinas y los tiranos que tienen el poder y aprietan los botones.

A seguir riendo entonces,

a seguir pensando...