Todo lo que un día comienza tiene que terminar, tiene que extinguirse entre los recuerdos y las canas y arrugas. Todo tiene que desaparecer como desaparecen las vidas, las calles, las casas y todo lo que exista en esta vida efímera. Desaparecen los años en la facultad, desaparecen los años de enamorado, desaparecen los grupos que se pensaba que durarían para siempre, desaparece todo, absolutamente todo y nos quedamos en el camino o quizás en plena desaparición llegamos a la meta en grupo.
Desaparece la casa donde crecimos de pequeños, desaparecen los padres, los primos, los tíos, los puños, los amigos, las mascotas, los cielos, los vecinos malditos y las chicas que nos gustaban. Desaparece todo y junto con ellos nos vamos nosotros que fuimos parte de la vida por unos años, que le dimos sentido a algunas clases y algunas conversaciones para construir algo que se dejo pero que ya no hay vuelta para atrás. Desaparece todo y sólo queda sonreír mientras estamos vivos, agradecer por todo lo que vamos logrando y mandar a la mierda lo que nos hace daño. Sólo nos queda eso, ver películas que nos sensibilice y juntar a las personas que crees te hacen bien.
Que viva la vida pero que triste el final. Que vivan las fotos que quedan del camino pero que mueran los segundos donde las cosas no se dan como uno las quiere, donde uno no es dueño de las decisiones. Que vivan las personas que dejan algo para la vida, que permiten que las nuevas generaciones disfruten de este presente y construyan el futuro. Que mueran los que no quieren vivir, los que no quieren ser de buena onda, que vivan los que son aliados del tiempo y del futuro. Que vivan las lágrimas, los videos de personajes memorables y el sonido de una chapa de cerveza destapándose o de un corcho volando. Que viva quien sabe lo que es la vida y quien rozo la muerte por unos minutos, que vivan los auténticos y los de corazón agradecido.
Pues, a pesar de todas las cosas que uno desee y todas las luces que aparezcan en el camino, mantener una actitud de mierda derrumba tu vida y eso es lo que no vale, eso es lo que impulsa a desaparecer y lo que hace que uno sueñe con ser cada día mejor, con un futuro lleno de esperanza, mientras vamos sorteando los segundos que se van y nos volvemos mejores comiendo unos tallarines a lo Alfredo o cuando algún correo llega a tu Hotmail y te despierta de la rutina mostrándote que hay amigos.
Ay amigos, que linda la vida, pero que importante es construirla y ser conciente de que lo que se hace no es por gusto sino por un fin supremo, la comunidad eterna en medio de las velocidades.
Desaparece la casa donde crecimos de pequeños, desaparecen los padres, los primos, los tíos, los puños, los amigos, las mascotas, los cielos, los vecinos malditos y las chicas que nos gustaban. Desaparece todo y junto con ellos nos vamos nosotros que fuimos parte de la vida por unos años, que le dimos sentido a algunas clases y algunas conversaciones para construir algo que se dejo pero que ya no hay vuelta para atrás. Desaparece todo y sólo queda sonreír mientras estamos vivos, agradecer por todo lo que vamos logrando y mandar a la mierda lo que nos hace daño. Sólo nos queda eso, ver películas que nos sensibilice y juntar a las personas que crees te hacen bien.
Que viva la vida pero que triste el final. Que vivan las fotos que quedan del camino pero que mueran los segundos donde las cosas no se dan como uno las quiere, donde uno no es dueño de las decisiones. Que vivan las personas que dejan algo para la vida, que permiten que las nuevas generaciones disfruten de este presente y construyan el futuro. Que mueran los que no quieren vivir, los que no quieren ser de buena onda, que vivan los que son aliados del tiempo y del futuro. Que vivan las lágrimas, los videos de personajes memorables y el sonido de una chapa de cerveza destapándose o de un corcho volando. Que viva quien sabe lo que es la vida y quien rozo la muerte por unos minutos, que vivan los auténticos y los de corazón agradecido.
Pues, a pesar de todas las cosas que uno desee y todas las luces que aparezcan en el camino, mantener una actitud de mierda derrumba tu vida y eso es lo que no vale, eso es lo que impulsa a desaparecer y lo que hace que uno sueñe con ser cada día mejor, con un futuro lleno de esperanza, mientras vamos sorteando los segundos que se van y nos volvemos mejores comiendo unos tallarines a lo Alfredo o cuando algún correo llega a tu Hotmail y te despierta de la rutina mostrándote que hay amigos.
Ay amigos, que linda la vida, pero que importante es construirla y ser conciente de que lo que se hace no es por gusto sino por un fin supremo, la comunidad eterna en medio de las velocidades.
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