Del fin, que algún día si llegará

Considero que antes de Morir, todos podremos disfrutar de aquel recorrido que hicimos por medio de imagenes puntuales que crucen por la cabeza ya sean buenas o malas. He escuchado decir a muchas personas que suele ser así, y que frente al umbral de la muerte lo último que se quiere es estar acá. Salvo que la muerte sea muy violenta y no se sepa que se partió de la tierra.

La vida es una sola, es un recorrido con un final. Lo que se vive en el intermedio es la que le da sentido. Podemos sufrir de amor, amar y casi siempre todo es por propia decisión ya que en nuestro corazón se encuentran todas las respuestas. Lo que quieres ser lo serás y así se materializa.

Hoy vi una película que habla sobre este tema y que se grafica en la vida de la personaje. Y al transcurrir de la cinta recordé que estuve presente en muchas despedidas, cerca a muchas personas que iban dejando esta tierra, tocando manos tibias que luego se ponían frías, para que nosotros continuáramos el camino.

Siento que la vida se pasa muy rápido, y aunque aún este jóven, 10 años se me han ido volando. La gente envejeció, hay canas, cambios de carácter y una vida que continúa, silenciosa.

Quisiera, si algún día me toca partir, poder estar relajado y revivir las cosas lindas que me tocó pasar; aquellas caminatas, las risas, los supiros, los abrazos, las ilusiones y pensar que todo se hizo así porque no había otra forma de hacerlo. Imaginar que las cosas pasaron por algo. Y conmoverme hasta las lágrimas mientras mi cuerpo se va despidiendo del alma.

Pero, sé que aún me queda muchas cosas por vivir y caminos desconocidos por transitar. Es por eso que aprendía a ser conciente de lo efimero del camino y decidí ser feliz. Ser sincero en todo momento, aconsejar a quien se deba, compartir una buena conversación con los amigos, luchar por cambiar algo de este mundo con tu desarrollo en la sociedad y sobre todo, ser mejor persona, amar a mis padres, amigos y familia.

El tiempo se pasa muy rápido, pero hay días que pareciera se pasan lentos. Aprovechemos esos momentos para creer que todo es posible.

Si ayer aprendí a caminar, hoy terminaré mi carrera y mañana seré un anciano. Así es la vida.

Vivámosla siendo buenos con el mundo y con nosotros mismos. Demos un mensaje esperanzador a las personas y acumulemos imágenes buenas, para que en el lecho de muerte, podamos recordar más cosas buenas que malas.

Y así, continuemos dejando un buen legado.

Que Dios los Bendiga.