domingo, noviembre 22, 2009

LOS 4 AÑOS DE PELO-PON-ESO.

Quién lo diría, !ya se cumplieron 4 años de Pelo-pon-eso! y con ellos muchas experiencias escritas en cada post.

Hoy es un buen día, de esos que incentivan a celebrar una fecha como esta. Disfruto este día tan especial junto a ustedes y espero que sigan visitando mi blog.

Hay Pelo-pon-eso para rato.

Muchos saludos y aquí les dejo un video. Suerte!

sábado, noviembre 21, 2009

Sábado tranqui.

Se nos va el año. Uno más de esos que pasaron rápido porque él día día fue agitado.

Ya estamos cerca a diciembre y se ve un poco más de movimiento en las calles. Empiezan los preparativos. Los regalos, las nostálgias.

Cada año es un albur y con cada año se nos va parte de la vida. Por eso que importante es hacer las cosas que a uno realmente le apasionan para sentir que tiene sentido este camino.

Esta semana se me pasó lenta, muchos proyectos, balances de fin de año, planes para el otro, en fin, tantos temas que uno debe reportar cuando trabaja para alguien.

Este fin de semana se me presentó realmente tranqui y espero que la otra semana continúe así.

Tomarse las cosas con más calma nos envejece menos y nos roba una sonrisa.

Buen fin de semana. Y si tienen opción de divertirse háganlo.


jueves, noviembre 19, 2009

Jueves.

Un día más de la mitad de la semana y un día menos que el final de la rutina laboral.

Jueves. Un día como hoy la gente se pone un poco más contenta, y si sale el sol, como ahora, mucho más.

Los jueves son días divertidos, o mejor llamados "juergues".

En las noches la gente "se la pegua" porque sabe que mañana es viernes y que todo se acaba.

Jueves...según mi signo es mi día adecuado y según yo, está más cerca del fin de semana.

¿Qué pasará hoy? no sé, pero de por sí es un buen día.

Disfrútenlo como yo.

domingo, noviembre 15, 2009

viernes, noviembre 13, 2009

Viernes 13 ¿mala suerte?

Se habla del 13 como número de mala suerte, pues, según lo que pude leer:

"el número trece desde la antigüedad fue considerado como de mal augurio ya que en la Última Cena de Jesucristo, trece fueron los comensales; la Cábala enumera a 13 espíritus malignos, al igual que las leyendas nórdicas; en el Apocalipsis, su capítulo 13 corresponde al anticristo y a la bestia. También una leyenda escandinava cuenta que, según la misma tradición, en una cena de dioses en el Valhalla, Loki, el espíritu del mal, era el 13° invitado. En el Tarot, este número hace referencia a la muerte". Wikipedia.

Pero ¿Por qué viernes?

"Porque la unión del viernes y el 13 se popularizó como consecuencia de la serie de películas de terror "Viernes 13" ("Friday the 13th"), siendo traducidas a algunos de los países de habla hispana como martes 13. Actualmente existen personas que consideran ambos días "de mala suerte". Wikipedia.

Asi que como se ve, todo es cuestión de superstición, historia y cine. No hay nada que pueda generarte mala suerte más que tu actitud hacia este día.

No temas y sé feliz.

sábado, noviembre 07, 2009

PERUANITA BONITA (terroncito de azucar)

Peruanita bonita fue su nombre, desde que la conocí aquel viernes en la tarde en el "Sunset" de Miraflores. A decir verdad para mí su nombre era sólo bonita, “Bonita Carolina” como me confesó. Y su hermosura, con aquellos cabellos castaños y esa piel capulí resaltaron su nombre y su nacionalidad tan peruana, tan peruanita.

La vi deshojando margaritas, raro en una muchacha tan bella de quien lo único que se esperaba es que este acompañada, pero deshojando margaritas y mirando el mar. Yo llegué esa tarde deshojando mi corazón y verla me unió a algo más profundo que una simple deshojada, me unió a la esencia misma de ellas, a la esencia de la soledad.

Caminé bordeando el pequeño jardín donde se exponían muestras de pintura y muchas parejas enamoradas que no paraban de besarse, tratando de imitar el beso de la escultura del parque del amor, que se veía a lo lejos. Me aproximé a ella, quien llevaba la mirada perdida en el mar y las manos jugueteando con la soledad.

Pensar en "Peruanita Bonita" me lleva al instante en que decidí acercarme y hacer una locura. Mis nervios se paralizaron por un rato y la complicidad con un ser tan extraño me llevaron a decirle la única palabra que me vino en esos momentos:

“Necesitas otra margarita, te queda el último pétalo”

Ella me miró desconcertada, mi incursión la hizo dudar, nadie, absolutamente nadie, le había hablado de esa manera:

- Gracias –me dijo – pero hay margaritas que se deshojan una sola vez y de ahí nunca más.

- Perdona -le dije - fue una simple curiosidad.

- No te perdones, también hay cosas más profundas por las que te tienes que perdonar en la vida.

Nos miramos, y a partir de ese instante empezamos una linda amistad.

Descubrí que Bonita era limeña, tenía 18 años y que su corazón deshojaba al igual que el mío muchas desilusiones que el tiempo no puede retornar a la realidad porque todo pasa, me confesó que desde hacía unos meses ese era el lugar para deshojarse por completo y que le pareció extraño que alguien más quisiera hacerlo con ella.

Lle conté que vivía en una obscura realidad, que mi corazón se deshojaba por un amor que me dejó y nunca más volvió. Lloramos mucho esa tarde, contándonos cada uno nuestras penas y decidimos reunirnos siempre en el Sunset, cada vez que el sol retorne a las profundidades del mar para reposar de otro día.

Peruanita Bonita vivía en Barranco y las semanas que nos vimos nos encontrábamos cerca de su casa, en el malecón. Yo la esperaba en un pequeño parque, añorado por mí porque tiempo atrás hacía teatro por allí y ella llegaba con su margarita en la mano indicándome que ya era hora de partir.

Avanzábamos por las calles barranquinas y después de unas horas de relajantes caminatas llegábamos al querido y entrañable Sunset Miraflorino, decorado con esa gente tan artista y por tanto romántico besándose en los muros. A los pocos minutos una de las barandas que daba al mar era nuestro refugio para empezar a deshojar nuestras penas, pero ya no las mismas del día anterior, sino nuevas penas: penas poéticas, de vida, de carrera, de decisiones, de peleas, de estudios, porque Peruanita Bonita estudiaba Economía, pero en el fondo quería ser pintora, tan igual a los señores que vendían sus cuadros allí.

Pero... el temperamento de su padre, la cucufatería de su madre, las esperanzas de la familia y un enamorado estudiante de Ingeniería Industrial que la dejó por ser tan soñadora, la habían colocado en una de las universidades más grandes de Lima, estudiando lo que no quería ser por obligación. Esa era la razón, la vida muchas veces es injusta con uno mismo.
Yo la escuchaba y me sentía cada vez más cercano a ella, su historia era similar a la mía, con la salvedad de que a mí las margaritas me llegaron por amor, por el maldito amor que llega y luego se va sin previo aviso, como riéndose y diciendo “para otra vez será”.

Habíamos congeniado y a las pocas semanas mi corazón empezó a palpitar mucho y las margaritas empezaron a no querer ser arrancadas, protestando por su integridad; me estaba enamorando.

Sin que ella se enterara madrugadas enteras amanecía en la puerta de su casa, recitando poesías y viendo como el anochecer se convertía en amanecer y deseando en el fondo de mi corazón que ella descubriera que por algo nos habíamos encontrado, que era injusto que continúe deshojando margaritas, porque juntos podíamos sembrarlas y hacer el jardín más hermoso del mundo.

Pero eso desaparecía con el sonido de la corneta del panadero que indicaba que ya era hora de retornar a mi casa a dormir. Era más que seguro, en la tarde nos teníamos que ver.

Cada paso que andábamos se volvía una poesía, cada palabra un nuevo atardecer, eran continuas las caminatas por el corto recorrido del Sunset y largas las horas que nos quedábamos mirando el mar, añorando algo que no se supo nunca que fue.

Peruanita Bonita, pedacito de azúcar, se volvió un ensueño transparente y yo un encantado más dentro de su lista...

No sé cuando fue, realmente nunca lo supe, pero una tarde, de las tantas tardes miraflorinas, Peruanita Bonita llegó sin margarita. Yo me extrañé porque eso era signo de que algo estaba mal, le pregunté el porqué pero no me respondió, lo único que hizo fue mirar el mar durante muchas horas y dejar que su rostro se llene de lágrimas.

Así paso una semana y las veces que caminábamos hacia el Sunset a ella se le humedecían los ojos y repetía con un gran suspiro:

“Nuestro gran Sunset se está deshojando”
No entendí lo que quiso decir y las madrugadas siguientes, frente a su casa, inventé las poesías más tristes, como los versos más tristes esta noche de Neruda, y cada atardecer que la veía su gran melancolía me llenaba el alma.

Así pasaron los días y un viernes en la tarde, un viernes que me pidió que no vaya por ella, "Peruanita Bonita" apareció con muchas margaritas en la mano y con un vestido muy negro, se acercó donde yo me encontraba y antes de que yo dijese algo me dio un beso en la boca que nunca olvidaré.

“Gracias por las largas madrugadas en la puerta de mi casa” me dijo.

Y en seguida me alcanzó muchas margaritas, que empezamos a deshojar juntos hasta altas horas de la noche. Lo hicimos concientes de lo inconsciente, con una convicción de que el Sunset también lloraba con nosotros, que era cómplice de nuestros encuentros personales y que junto a nosotros también había aprendido a deshojar sus penas.

Nos volvimos a dar un largo beso y muy triste me dijo:

“Parto de este país mañana, me voy a Milán a estudiar Pintura, dejo a mi familia, me salió la beca.”

Intenté preguntarle más, pero me pidió que no lo hiciera, no sabía cuando regresaría y un fuerte abrazo nos dijo que aquella despedida era para siempre. Esa tarde se alejó sola, no quiso que la acompañara.

Es raro contar este idilio de margaritas, un ser humano no esta preparado para tantas desilusiones juntas. Pues, al día siguiente, cuando retorné en la tarde a mi queridísimo Sunset, lo encontré tristemente cercado por una alta pared de madera de donde colgaba un letrero que decía: Obras en construcción. Mejorando Miraflores.

Aquella tarde quise derrumbar esa cerca, ingresar al mirador nuevamente, acercarme al lugar donde me enamoré de "Peruanita Bonita", deshojar todas las margaritas por ella, pero no se pudo, tres guardias me lo impidieron.

Desesperado di la vuelta a aquella cerca y me senté a un lado, al costado de una bolsa de cemento de aquella construcción y allí que descubrí algo: El Sunset lloraba, lo sentía, el Sunset lloraba y lo hacía deshojando margaritas por tantos recuerdos lindos que guardaba en su corazón. El mío se conmovió y juntos lloramos lo que ambos intuíamos, lo que ambos nunca quisimos, por lo que "Peruanita Bonita" lloraba tanto, intuímos que serían interminables las tardes deshojando miles de jardines.

Así pasaron largas semanas y mis madrugadas en la casa de Peruanita Bonita fueron sustituídas por las madrugadas en el Sunset. Interminables noches recordando, hasta que mi corazón no pudo más y decidió descansar de ese recuerdo y dormir un poco.

***

Han pasado dos semanas y hoy regresé al Sunset por el amor de Bonita después de su re-inauguración. Frente a mí ya no están los pintores, ni tampoco los enamorados besándose recostados en el jardín, ni menos mi recordada Peruanita Bonita deshojando margaritas. Frente a mi esta la máxima depredación de un recuerdo, una copia inmensa del reloj solar cuzqueño, escultura aplaudida de un famoso pintor, que no tiene utilidad en ese espacio y que lo único que hace es tapar el mar y un jardín con cactus que impide que las parejas y los niños se recuesten ahí...

Hoy el Sunset llora, sufre y junto a mí deshoja sus incontables recuerdos.
Hoy Peruanita Bonita vive, vive mucho más en el recuerdo de ese lugar.

Hoy el mirador que ya no existe llama a gritos a sus enamorados,
Hoy tres grandes amigos se quedaron en el recuerdo:

Hoy vivirán por siempre “El Sunset, yo, y mi eterna Peruanita Bonita”.

Joan manuel Flórez Estrada
1 de noviembre de 2002


miércoles, noviembre 04, 2009

Un comercial!...(Trampolín a la Fama)

(Si quieres conocer más visita en youtube mi canal: MENTE MOCHILERA y SUSCRÍBETE)

Para un país como el nuestro donde la mixtura de razas se mezcla formando un yo nacional, auténtico e indivisible, programas como “trampolín a la fama” o similares se tornan necesarios. Allí, en su tiempo se criticó la actitud de Augusto Ferrando, acusándolo de abusar de la gente pobre pidiendo a cambio de un poco de dinero que realicen acciones denigrantes en su programa, pero viéndolo con ojo crítico y a la luz del tiempo, nos damos cuenta que ese programa no sólo caló en el colectivo nacional sino que se hizo memorable y hasta necesario para sentirse “peruano”, es decir, sentirse “criollo”. Haciendo referencia a la palabra “criollo” en un sentido cultural, como la capacidad que tienen las personas en nuestro país de sacarle la vuelta a lo establecido. Ahora, no en vano canal 5 saca especiales recordando los grandes momentos de “trampolín a la fama” en “trampolín para todo el mundo” ni tampoco Carlos Álvarez y JB parodian momentos de este programa. Todo tiene su razón de ser y esa razón es la gente.

La gente de las clases populares, en su gran mayoría, que busca con urgencia un espacio donde se puedan ver reflejados y premiados con una “cocina surge”, “cincuenta kilos de arroz”, entre otras tantas cosas que ya no se ven en la televisión (y si se ha visto no han calado tanto). Creo que el fracaso de los “cómicos ambulantes” fue básicamente que sus chistes se segmentaban a un público muy reducido y no eran bien recibidos por todos. Cosa que no fue el caso de “Trampolín a la fama”, que aunque tenía un lenguaje “criollo” (pícaro, patentado por el colectivo nacional) este criollismo involucraba a todos, sean pobres y ricos, y por eso no sólo llegaba a masas populares sino a la clase media y alta, que no admitía ser seguidora del programa pero que era muy seguro que lo vieran. ¿Porque?, porque el fenómeno de “los canales por cable” es relativamente nuevo y sólo abarcó los últimos años de “Trampolín a la fama” y antes la televisión con canales netamente nacionales te exigían a que te decidieras entre las pocas opciones a escoger.

Hoy, el fenómeno Augusto Ferrando, ha venido en aumento y la gente habla de “el negro lindo” añorando esos tiempos en que en canal 5 lo observaban diciendo “un comercial ¡y regreso!”. Claro, los que lo extrañan más son en gran medida la misma gente que antes lo criticaba en prensa y televisión y que hoy lo adora. Los que antes ni siquiera hubiesen pensado en hacerle un homenaje y un especial, ni menos colaborar con una novela, pero hoy no sólo lo hacen sino que se emocionan cuando oyen hablar a Juan Carlos Ferrando, hijo sobreviviente de Augusto que antes era un desconocido y como productor de videos para grupos nacionales nadie daba un centavo por él.

Pero señores los tiempos cambian y a la luz de los años que develan las cosas que han sido importantes para un pueblo que vio durante 35 años este programa, sumado a la cantidad de acontecimientos que suceden en nuestro país, ni un JB ni un Carlos Álvarez (que por cierto son divertidísimos y que apaciguan el recuerdo por un rato en sus parodias) podrán suplantar el sonidito auténtico del órgano Yamaja, las cocinas surge, las pelotas viniball, un tribilín que mandaba siempre saludos a sus amigos de la línea de ómnibus, una “gringa inga” con sus palabras masticadas, un Carvajal, una “Violeta Ferreyros” y ni uno sólo de los personajes que sábado a sábado desfilaban por los estudios de panamericana televisión donde Ferrando decía ¡yo lo descubrí!.

Es decir, “Trampolín a la Fama” marcó el antes y el después de un pueblo.

Un pueblo, que día a día añora verse reflejados en un personaje que piense como ellos, que sea como el papá que todo lo puede y todo lo da, que esté al día con las “criolladas” y sepa conmoverse con la pobreza, que lamentablemente en nuestro país, ni con el gobernante más autóctono y más teatrero que hemos tenido, se ha podido lograr.

El pueblo necesita “mil cocinas surge” “mil kilos de arroz” “mil refrigeradoras Coldex”
El pueblo necesita que solucionen el hambre y la pobreza. Y no que se roben su plata....

Es allí que en las pantallas nacionales se vea cada vez más necesaria la presencia de programas como “trampolín a la fama” donde don Augusto Ferrando después de haber obsequiado mil productos de primera necesidad… ¡al que me traiga una gallina verde! Al que me traiga ¡Un huevo duro!, entre otras tantas cosas... terminaba “batiendo” a sus compañeros que envejecieron con él haciendo reía a la gente y con su popular ¡un comercial! y regreso, dejara en expectativa y con una sonrisa cómplice a la gente hasta el otro sábado...

Sábado en que las masas volvían a mezclarse para ver las novedades de “trampolín a la fama” y soñar que quizás… si quizás… una de esas cocinitas algún día podía ser suya.

¡Un comercial!...

…y regreso.

Joan Manuel Flórez Estrada

El mes en que Pelo-pon-eso cumple 4 años!

pelo-pon-eso copy
Es noviembre, y un 23 de hace 4 años se me dió la locura de crear este blog, que como lo dije en post anteriores, fue con la sola idea de publicar los cuentos que escribía en la escuela de escritores en la que estaba.
En estos 4 años han pasado mil cosas: he cerrado el blog, he escrito cosas muy personales, le he dado mil giros, en fin...Pelo-pon-eso tuvo varios matices que finalmente lo llevaron a cumplir ya 4 años.
Pero será por algo y los espero con ganas, no sé si haré una fiesta pero algo haré.
Y como es el mes de Pelo-pon-eso, los invito a visitar todos mis post desde el primero, hay muy buenos (a veces creo que ni yo los escribí jajaja) y algunos que se volvieron clásicos y del intéres de todos.
Buen día y a Peloponear!!! naveguen por todo mi blog!!!!
Buena vibra para todos y todas!
Suerte!!!!